domingo, 24 de junio de 2012

Buddha en el Arte


El arte budista tiene su origen en el subcontinente indio (actuales IndiaBangladesh, Nepal y Pakistán) en los siglos posteriores a la vida deSiddhartha Gautama, el Buda histórico, entre los siglos VI y V a. C. Más tarde, gracias al contacto con otras culturas, logró evolucionar y difundirse por el resto de Asia y el mundo.
Una primera etapa, llamada preicónica, se sitúa alrededor del siglo I d. C. y se caracteriza por no recurrir a representaciones directas de Siddhartha Gautama como el Buda Śākyamuni o de los budas míticos que se suponen existieron en eras pasadas. La etapa siguiente, icónica, tiene por el contrario a la imagen humana del Buda y los budas del pasado, del futuro y de otros universos como símbolo central de sus obras de arte.
Desde entonces, el arte budista se diversificó y evolucionó para adaptarse a las nuevas regiones en las que comenzaba a sumar adeptos. Se expandió hacia el este y el norte a través de Asia Central, para formar lo que luego fue clasificado como arte budista del norte —en contraposición al arte budista del sur, que surgiría en el sudeste de Asia. En India, el arte budista floreció e incluso llegó a influir en el desarrollo del arte hindú, hasta que el budismo casi desapareció alrededor del siglo X, con la expansión del hinduismo y el Islam.


Las primeras manifestaciones claras de arte budista datan del reinado de Ashoka, durante el Imperio Maurya (322 - 180 a. C.), en el que se construyeron numerosos stupas (un estilo de templos budistas), como el de Sanchi, y se erigieron varios pilares. Estos últimos tenían terminaciones con formas de animales y estaban decorados con símbolos budistas (como la rueda), que evocaban respeto hacia todas las criaturas y la aceptación del dharma.
Entre el siglo II y el siglo I a. C., las esculturas explicitaron más los motivos budistas, incluyendo representaciones de la vida y enseñanzas de Siddharta Gautama, como las que pueden encontrarse en las guardas que rodean las stupas de la época.
Aunque en India había una gran tradición de escultura y se dominaba el arte iconográfico, Siddharta no era representado nunca antropomórficamente, sino siempre a través de símbolos. Algunos de ellos son:
  • La Rueda de la Ley (dharmachakra), que representa las Cuatro Nobles Verdades expresadas por Siddharta.
  • El Árbol Bodhi, en referencia al árbol donde Siddharta estaba cuando se iluminó. Pueden encontrarse antecedentes a este símbolo en algunos cultos a los dioses de la fertilidad y en representaciones del árbol de la vida.
  • La Huella del Bhudda (Buddhapada "Pie del Buddha"), representando el impacto de las enseñanzas de Siddharta en el mundo.
  • El Trono Vacío.
  • Los Leones, símbolo de la realeza. Siddharta era conocido como el "León Shakya" durante el Imperio de Ashoka, por esto los leones pueden verse en los pilares que quedaron esparcidos a lo largo de India.
  • Las Columnas que sostienen la rueda, simbolizando su enseñanza.
  • La Flor del Loto, símbolo de la prístina naturaleza de Siddharta, por su hermoso florecer y la imposibilidad del agua de adherirse a él, encontrándose siempre terso.
El rechazo a la representación antropomórfica de Siddharta Gautama (incluso en la escena narrativa, donde aparecen otras figuras humanas) y el sofisticado desarrollo de la simbología preicónica, parecen estar conectados con una de las enseñanzas de Siddharta en Dighanikaya, en la que condenó representaciones de él tras la extinción de su cuerpo. Esta tendencia perduró como mucho hasta el siglo II dC en algunas partes del sur de India, en el arte de la Escuela Amaravati. Algunos sostienen que podrían haberse tallado en madera representaciones directas de Siddharta con anterioridad pero, de ser así, éstas se habrían perdido con el tiempo y no hay ningún tipo de evidencia arqueológica de su existencia.


Las representaciones antropomórficas de Buda comenzaron a aparecer a partir del siglo I d. C. en el norte de India. Los dos principales centros de creación han sido identificados como Gandhara en el actual Punjab, en Pakistán y en la región de Mathurā, al norte de India.
El arte en Gandhara estuvo expuesto a la influencia de la cultura griega durante siglos a partir de las conquistas de Alejandro Magno en 332 a. C. y de la subsecuente creación de los reinos greco-bactriano e indo-greco, que condujeron al desarrollo del arte greco-budista. La escultura budista de Gandhara muestra influencia artística griega; también se ha sugerido que el concepto de “hombre-dios” fue inspirado por la cultura mitológica griega. Artísticamente, se dice que la escuela de escultura de Gandhara aportó al arte budista cabezas de pelo ondulado, ropaje sobre los hombros, zapatos y sandalias, etc.
El arte de Mathura tiende a estar basado en fuertes tradiciones indias, tales como la representación antropomórfica de divinidades como el Yaksas, aunque en un estilo arcaico comparado con las posteriores representaciones de Buda. La escuela de Mathura contribuyó con ropaje que cubre el hombro izquierdo, muselina fina, la rueda en la palma de la mano, la silla de loto, etc.
Mathura y Gandhara también se influyeron entre ellas. Durante el florecimiento artístico, las dos regiones estuvieron unidas políticamente bajo el Imperio Kushan, al ser ambas ciudades capitales del imperio. Todavía está en debate si la representación antropomórfica de Buda fue esencialmente el resultado de una evolución local del arte budista en Mathura, o si fue una consecuencia de la influencia cultural griega en Gandhara por el sincretismo greco-budista.
Este arte cónico se caracterizó desde el principio por un idealismo realista, que combina figuras humanas realistas, proporciones, actitudes y atributos, junto con un sentido de la perfección y serenidad que tiende a alcanzar lo divino. La expresión de Buda de hombre tanto como de dios se convirtió en el modelo iconográfico para el arte budista subsecuente.
El arte budista continuó a desarrollarse en India durante varios siglos más. Las esculturas en piedra caliza rosada de Mathura evolucionaron durante el período gupta(siglos IV al VI) hasta alcanzar un alto grado de finura de ejecución y delicadeza en el modelado. El arte de la escuela de Gupta fue extremadamente influyente en casi todo el resto de Asia. Hacia el siglo XX, la creación en el arte budista se extinguía en India al prevalecer finalmente el hinduismo y el Islam.
Mientras el budismo se expandía fuera de India a partir del siglo I d. C., sus formas artísticas originales se mezclaban con otras influencias, que llevaron a una diferenciación progresiva entre los países que adoptaron esa religión.

La Ruta de la seda para la difusión del budismo a Asia Central, China y, posteriormente, Corea y Japón, se habría iniciado en el siglo I d. C. con el relato semi-legendario de una empresa enviada al oeste por el emperador chino Ming (58 - 75 d. C.). Sin embargo, esto recién tuvo efecto a principios de siglo II d. C., probablemente como consecuencia de la expansión del Imperio Kushan en el territorio chino del Tarim Basin, con el esfuerzo de un gran número de monjes budistas de Asia Central. Los primeros misionarios y traductores de escrituras budistas al Chino, como Lokaksema, pertenecieron a los imperios de los partos, de los kushanas, y los territoriossogdianos o de Kuchean.
Los esfuerzos de los misionarios que seguían la Ruta de la seda hacia Asia Central fueron acompañados por un flujo de influencias artísticas que pueden verse en el desarrollo del Arte de Serindia entre el siglo II d. C. al siglo XI d. C. en el Tarim Basin, actualmente Xinjiang. El Arte de Serindia deriva del arte greco-budista del distrito de Gandhara (en lo que hoy se conoce como Pakistán) combinando influencias Indias, Griegas y Romanas. Las influencias artísticas greco-romanas de la Ruta de la seda actualmente pueden encontrarse hasta en Japón, en motivos arquitectónicos, en imágenes budistas y en algunas pocas representaciones de los dioses japoneses.
El arte de la ruta del norte estuvo también muy influido por el desarrollo del budismo Mahāyāna, característico por la adopción de nuevos textos, además del tradicional canon Pali, y por una interpretación diferente del budismo tradicional. El Mahayana va más allá del ideal típico de la escuela Theravāda de liberarse del sufrimiento (dukkha) y de la iluminación personal de las arhats, para elevar al buda a un estado similar al de un dios, y para crear un panteón de Bodhisattvas cuasi-divinos, devotos a la purificación del espíritu, del conocimiento y a la salvación de la humanidad. Por esta razón, el arte budista del norte se caracteriza por un panteón budista muy rico y sincrético, poblado por una multitud de imágenes de diferentes budas, Bodhisattvas y divinidades menores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

La Sabiduria a tu Alcance

La Sabiduria a tu Alcance
@elhoimleafar